«Don’t give to get. Give to inspire others to give»
Simon Sinek
Creo que diciembre es buen mes para pensar en lo que significa ser generoso.
Nos gusta contribuir a mejorar el bienestar de las personas… y desde la tele, el correo electrónico, en el trabajo, a través de los amigos o incluso en la calle nos piden que ayudemos a los demás. A los que están cerca, o las que están lejos y no tienen todo lo que nosotros disfrutamos sin a veces darnos ni cuenta.
La generosidad en mi opinión es también una forma de expresar gratitud ante la vida y las personas que nos rodean o que admiramos, porque nos damos cuenta de lo que nosotros recibimos cada día de nuestro alrededor. Para, durante un instante quizá, ver la esperanza a través del vaso un poquito más lleno en medio de nuestro desconcierto por lo disruptivas que son la tecnología invasiva que muchas veces nos separa de la gente que queremos en vez de acercarnos, o las malas noticias que nos asustan por el futuro, o la desconfianza generalizada en las instituciones que antes parecía que nos protegían. Hasta podemos sentir un poco de alegría pensando en cómo nuestro acto de generosidad podría afectar a las personas que lo reciben. Y quizá incluso un poco de serenidad imaginando que nuestra gota de agua podría contribuir a algo más grande que nosotros. O incluso enorgullecernos de habernos superado corriendo una carrera para beneficiar a otros.
Muchas veces por desconocimiento no sabemos que se puede ayudar y hacerlo nos permite mostrar curiosidad y conectar con algo que nos importa mucho, como por ejemplo el medio-ambiente, el fracaso escolar, la investigación contra el cáncer o el SIDA, o el bienestar animal. Todos estos gestos nos permiten sacar a la luz un trocito de nuestro corazón en un entorno donde no corre peligro porque está envuelto en un papel especial, suave y colorido: la donación. De dinero, de tiempo o imaginación, de experiencia, de objetos que pueden tener una segunda vida… Cuando somos generosos, pasamos del “yo” al “nosotros” y de algún modo nos sentimos más unidos al mundo.
En mi caso, he decidido ayudar a la fundación United Way a crecer en España porque permite tocar todas las áreas donde se necesita ayuda, empresa por empresa, dando vida a su responsabilidad social corporativa y no relegándola a un mero cumplimiento de la ley. Es asombroso lo que algunas ONGs en España hacen para ayudar a los que más lo necesitan.
Al final, ser generoso nos permite expresar todas esas emociones tan potentes (la alegría, la gratitud, la serenidad, el interés, la esperanza, el orgullo, la inspiración, el asombro, el amor) que además se ha demostrado científicamente lo que muchos sabían ya: nos permiten crear esa conexión vital con los demás y mejoran nuestra resiliencia ante los retos que nos ofrece cada día. Es como si pudiéramos, a través de la generosidad y las emociones que nos producen, darle al botón “reiniciar” y volver a tener esperanza, aunque sea durante unos minutos.
Para mí, en el fondo, pensar en lo que significa la generosidad me ha llevado a pensar en qué persona quiero ser. Como madre, esposa, hermana, hija, amiga, prima, trabajadora etc. ¡Y eso es siempre un buen propósito para la época de vacaciones!
Felices Fiestas.
Amélie de Marsily
United Way España. Head of Fundraising Committee.